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Viajar a Grecia

Conoce Grecia

Tal vez sea por la forma perfecta en la que se entrelazan belleza natural, cultura e historia, o por su estratégica localización entre Asia y Europa, lo cierto es que Grecia es un país fascinante. Su influencia en la Historia de Occidente no tiene comparación, no solo es la cuna de la civilización, la democracia, literatura y política, sino el lugar de nacimiento de los Juegos Olímpicos y los principios básicos de las matemáticas y ciencias. Por todo ello, y más, merece ser visitada.

Grecia, un país que lo tiene todo

Organizar un viaje a Grecia no es tarea sencilla, y es que son tantos los lugares para visitar que se hace difícil saber por dónde empezar. Para facilitar la labor, se traen los aspectos más relevantes a considerar en la planificación, así como un listado de los lugares imprescindibles de conocer ¡a tomar nota!

¿Cuál es la mejor temporada para viajar a Grecia?

Para conocer las islas lo recomendable es descartar la visita durante julio y agosto, por coincidir con la temporada alta, lo que implica mayor invasión de temporaditas, mucho calor y precios elevados. Es por ello que los mejores meses son junio y septiembre, pues el clima no es tan desfavorable y se consiguen grandes ofertas.

Ahora bien para conocer sólo las principales ciudades, no importará la época del año; mientras que si la visita coincide con los meses de diciembre y enero, lo mejor es empacar ropa bien abrigada, ya que pese a que Grecia es el país más cálido de Europa, su invierno es extremadamente helado.

¿Cuáles son las ciudades e islas más recomendadas?

Si de ciudades se trata, obviamente no hay espacio para la duda, es Atenas la principal recomendación; sin embargo, el país cuenta con más de 600 islas, 100 de las cuales están preparadas para el turismo. Como salidas de un film de Hollywood, cada una cuenta con atributos suficientes para merecer una visita, por lo que conviene pensar muy bien la ruta a seguir para sacarle el máximo partido a la estadía.

  • Una primera sugerencia es incluir un trio de locaciones que incluye, en primer lugar, su exquisita capital, partiendo de Atenas rumbo a Mykonos – donde exprimir hasta más no poder sus playas y sensacional vida nocturna – para terminar en Santorini.
  • La segunda opción es especialmente pensada para los aventureros, ya que incluye la zona del Jónico, recorriendo 3 islas: Corfu, Zakynthos y Lefkada; de contar con un poco de tiempo extra, conviene sumar un par de alternativas más Antipaxos y Paxos, por ser sublimes.
  • Los que prolongarán su paso por Grecia por unos 10 días, les cae bien un tour de islas por la zona del Dodecaneso, o quizá, perderse en el encanto de isla de Creta, ya que siendo la más completa y grande de todas, demanda mayor tiempo para conocerle.

¿Lo imperdible de Grecia?

  1. Fotografiar sus principales monumentos arquitectónicos ¿Cuáles? El Partenón, protagonista e icono emblemático de Atenas; además del Ágora antigua, el Ágora romana, el templo de Zeus Olímpico y el museo de la Acrópolis para empaparse de arte e historia.
  2. Disfrutar de su exquisita cocina, no por nada sus principales platos son reconocidos a nivel mundial; de todos ellos, es un error dejar de probar la mousakka y el gyros.
  3. Pasear en barco para conocer las islas que conforman el archipiélago de Santorini, con sus pintorescos pueblos de casas blancas que armonizan con el azul de sus dinteles y puertas azules, asomados en acantilados que mueren en el mar.
  4. Ser testigo de grandes vestigios arqueológicos en Naxos, la más grande y fértil de las islas Cícladas que reposan en el Egeo, siendo la antigua fortaleza veneciana y sus hermosas playas las visitas imperdibles.
  5. Hacer un viaje en el tiempo hacia el pasado medieval en Rodas, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, sirviendo de escala – tras conocer los museos Bizantino y Arqueológico – para terminar en Lindos, que como su nombre lo hace entrever, es considerado el más hermoso de Grecia.
  6. Irse de fiesta en Miconos, isla griega que en verano, no tiene nada que envidiarle a Ibiza ofreciendo un desfile de opciones de entretenimiento en bares y discotecas donde impera la música electrónica, vibrando hasta el amanecer.

 

 

Restaurantes y comida tradicional de Grecia

Entre las mejores – y más deliciosas – formas de conocer la esencia de un lugar, sin duda, sobresale disfrutar su gastronomía; esta es la razón por la que cuando se habla de planificar un viaje a Grecia, una de las inquietudes más habituales es qué platos no pueden dejar de comerse. Pues bien, por fortuna parte de la tarea ya está echar, ya que a continuación se enumeran algunas de las recetas que sería un error perderse.

Grecia, gastronomía de sabores únicos:

Debido a que el lugar preferido por los turistas para comenzar o fijar su vista a Grecia es su imponente capital, el recorrido gastronómico comienza en Atenas, donde la alternativa más económica para comer son sus puestos callejeros, con el plus de poder degustar los sabores emblemáticos que distinguen su cocina.

Esto no implica que no cuente con un sinfín de restaurantes espectaculares con vistas a la Acrópolis que muestran lo mejor de una tradición gastronómica que tiene en su haber más de 4.000 años y es resultado de la influencia de sus vecinos occidentales y orientales.

El rasgo distintivo de la cocina griega:

En líneas generales, la fusión de sabores que presenta la cocina tradicional de Grecia obedece al uso de ingredientes de gran calidad característicos de la dieta mediterránea, asimismo, incorpora la equilibrada utilización hierbas aromáticas y especies que pocos consiguen lograr, aunque indiscutiblemente, es el famoso aceite de oliva – de origen griego – el protagonista estelar de la mayoría de sus platos.

¿Dónde comer en Gracia?

En casi cualquier  punto de la ciudad es posible encontrar diversos restaurantes; sin embargo, son los alrededores de Monastiraki y Plaka las zonas más recomendadas cuando se trata de deleitarse con los suculentos platos típicos griegos. Entre las calles preferidas por locales y foráneos, figura Adrianou, emplazada muy cerquita del Ágora Antigua y con una propuesta que permite elegir entre decenas de hermosas terrazas.

¿Y los precios?

A grandes rasgos, comer en los restaurantes de Atenas bien se equipara a hacerlo en uno de España o Francia, los platos principales se caracterizan por ser más que suficientes para una persona y oscilan entre 8 y 12 euros. Esta es la razón por la que aquellos viajeros de presupuestos más ajustados, ven una alternativa más viable en cualquiera de los puestos callejeros o en alguna de las “tabernas”.

Respecto a los horarios, los griegos suelen servir la comida principal entre las 13:30 y las 16:00 horas, lo que implica que cenarán entre las 21:30 y las 23:00 horas; no obstante, y debido a la continua afluencia de visitante, no ven demasiada dificultad en  servir cuando así lo deseen, de hecho, es común verles intentar convencerles de entrar en sus restaurante sin importar la hora del día.

Los dos platos más emblemáticos:

Si bien la Tzatziki, Tiropita, Spanakopita, Dolmadakia y los Yemistá son tan populares como la Taramosalata, el Pastitsio y la Salata Joriátiki, lo cierto es que para los griegos existen dos platos distintivos: la Moussaka y el gyros. ¿Qué tienen de especial? a continuación se detalla en qué consisten:

  • La mousakka, es la receta que no falta en las noches invernales para entrar en calor, se trata de una especie de lasaña – cocida al horno y servida caliente – generalmente preparada con trozos de carne de cordero, tomate y berenjenas, en algunas variaciones, incluye calabacín o patatas.
  • El gyros, es el protagonista de los locales de la ciudad – al menos, en su mayoría – cuyo nombre se debe a que la carne de pollo o cordero utilizada en su preparación se asa mientras va girando, una vez cocida, sirve de relleno a al pan de pita junto a cebolla, tomate y salsa.

Bebidas:

Pese a que el agua de Atenas es bastante buena, seguro se querrá probar más que esta; en términos de bebidas espirituosas de origen griego, sobresalen Ouzo y Tsipouro. Básicamente es un licor blanco de unos 60 grados por lo que habrá que rebajarlo con agua tornándose blanquecino, su sabor y olor es bastante fuerte y suele tomarse tanto de aperitivo, con las comidas o por la noche en los bares.

Dejando el alcohol de lado, nada iguala al Frappé griego, café – generalmente soluble – que se bate en una coctelera con hielo y un poco de agua, es la bebida clásica para tomar indistintamente de la hora, de ahí lo común de verle en las manos de mucha gente en la calle, quienes disfrutan de refrescarse sorbiéndolo con una pajita.