Viaja a Puerto Vallarta
Puerto Vallarta es mágico, con el encanto que sólo se encuentra en esos pueblos mexicanos que parecieran perderse en el tiempo, pero que piden al presente las comodidades de un resort vanguardista… un contraste poco común. Desde el avión se alcanza a ver ese impresionante nacimiento de montañas espesas con vegetación exuberante, que aparece entre nubes, junto a una gran franja de agua cristalina y azul del Océano Pacífico.
Internarse en Puerto Vallarta es disfrutar un clima soleado y agradable todo el año, es convivir con su gente, que muestra con orgullo su pueblo de calles empedradas, bugambilias en los balcones y techos de tejas rojas. En el centro del pueblo, frente a la Bahía de Banderas, se eleva altiva la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe con su singular torre en forma de corona, el símbolo más importante de Puerto Vallarta.
Los turistas empezaron a visitarlo en 1954, cuando se abrió la primera pista para aterrizajes. Pero no fue sino hasta una década después que el pueblo fue puesto en el mapa turístico internacional, gracias a John Huston, quien escogió la pequeña playa virgen de Mismaloya para realizar la filmación de la película “La Noche de la Iguana”, durante la que se dio a conocer el romance entre las estrellas de Hollywood Richard Burton y Elizabeth Taylor. Fue así como Puerto Vallarta se convirtió en la fantasía tropical de muchas parejas y tomó fama mundial. Desde entonces, los turistas no han dejado de llegar buscando vivir su propia historia de película.
Sin embargo, este destino turístico no fue inventado: Puerto Vallarta nace con su gente, por eso es original. Cada rincón que el visitante descubre lleva el sentimiento de un pueblo. Días llenos de diversión y noches mágicas… baile hasta el amanecer en las discotecas y bares que se encuentran por toda la población y dejan que la luna se convierta en sol…
Los atractivos de Puerto Vallarta satisfacen todos los gustos y bolsillos, con sus idílicas playas, deportes acuáticos, paseos a caballo, tiendas y galerías de arte, abundantes restaurantes y una activa vida nocturna.