Hacienda Katanchel
Katanchel es un esplendor de silencio, vegetación y lujo porfiriano. Situada a 25 km de Mérida, esta hacienda henequenera combina exclusividad y confort con un paraíso de verdor compuesto de 60 especies vegetales que, con su follaje exuberante, aligeran los 38 grados de temperatura que imperan. Esa lozanía se mantiene con agua de cenote, la misma que hay en todas las albercas de cada una de las piezas en las que no hay televisores. Este jardín es también el hogar de cientos de pájaros: 52 especies que nunca dejan de cantar ni de exhibir su libertad en vuelo.
Los huéspedes son llevados desde el casco principal a su habitación a bordo de un furgón tirado por una mula, llamado truck. Ese viaje a través del tiempo también se encuentra en el restaurante y los salones decorados al estilo francés, tal y como se hacía en el México de Porfirio Díaz.
Sin duda, el espíritu francés pervive en el corazón de Yucatán gracias a Katanchel, el lugar en el que, según los antiguos mayas, “se pregunta al arco del cielo”.